Dice don Álvaro Cunqueiro que entre los kembe-bezé, "un corte de pelo o un afeitado correcto, curaba determinada enfermedad". No sé si habrá algún peluquero o peluquera sabios en esto que tal vez podríamos llamar piloterapia, pero ir a la peluquería, (siempre y cuando el corte de pelo favorezca) yo lo atestiguo, es un remedio probado contra la astenia primaveral.
lunes, 21 de abril de 2014
rumor de río
Retomo la fluvioterapia y, en esta ocasión, cuelgo en mi botica particular de tramos de ríos, este breve rumor de un reguero del Páramo, a la entrada del Parque de la Prehistoria de Teverga. Si los rumores de río no te curan la melancolía que produce a veces el impredecible abril, siempre quedará la posibilidad de ir a la peluquería.
Dice don Álvaro Cunqueiro que entre los kembe-bezé, "un corte de pelo o un afeitado correcto, curaba determinada enfermedad". No sé si habrá algún peluquero o peluquera sabios en esto que tal vez podríamos llamar piloterapia, pero ir a la peluquería, (siempre y cuando el corte de pelo favorezca) yo lo atestiguo, es un remedio probado contra la astenia primaveral.
Dice don Álvaro Cunqueiro que entre los kembe-bezé, "un corte de pelo o un afeitado correcto, curaba determinada enfermedad". No sé si habrá algún peluquero o peluquera sabios en esto que tal vez podríamos llamar piloterapia, pero ir a la peluquería, (siempre y cuando el corte de pelo favorezca) yo lo atestiguo, es un remedio probado contra la astenia primaveral.
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