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lunes, 22 de febrero de 2021

febrero rumoroso

entre paseos y regalos me está saliendo un invierno rumoroso.  estos son dos rumores del río Gállego a su paso por Zuera, en Aragón.




pude capturarlos, aunque es muy extraño decirlo así, (quién podría nunca capturar a un río, ¿no, Heráclito?) porque esta mañana fuimos a visitar a Chus, que vive en Zuera. en las orillas del río Gállego (que dicen que debe su nombre a su origen en las Galias), escuchamos a un pájaro carpintero, tórtolas, un ruiseñor cetia, verderones y a una abubilla, a la que vimos despegando el vuelo. también pudimos observar a un trapador azul o un agateador (aunque estábamos demasiado lejos para decirlo con seguridad, yo creo que era un trepador azul), a pinzones e incluso a un mito de cuerpo diminuto y cola alargada. Chus sabe mucho de pájaros y es un placer caminar junto a ella. se nos llenó la mañana de vuelos, trinos y rumores. 



un árbol imponente y bello nos salió al paso, seguramente un álamo, aunque tendremos que esperar a la primavera para afirmarlo con seguridad. 

Chus nos dijo que escuchar a los pájaros alegra y ella debe ser una gran escuchadora: es una de las personas más alegres que conozco. recetaría yo a melancólicos y melancólicas un paseo por la villa de Zuera. hay quien dice que el canto de un ruiseñor puede ayudar a aprobar un examen y parece que ver y escuchar aves es bueno para la salud. a mí me ha alegrado el lunes.


 



sábado, 13 de febrero de 2021

un zorzal

decidimos desayunar en una cafetería croissants a la plancha. al acabar dimos un paseo cortito. en la Plaza de San Francisco, cerca del parque infantil que está casi frente a la puerta de la Ciudad Universitaria de Zaragoza, vimos un zorzal charlo que caminaba con paso rápido, picoteaba entre la hierba y a veces daba saltitos. se detuvo un momento, como si fuera consciente de que le mirábamos y nos dijera, sí, soy yo y estoy aquí. en la página de SEO Birdlife me enteré de que es un ave residente en nuestro país. no tenía ni idea de su existencia. hasta hoy. 
se mueve con elegancia, su cuerpo esbelto y moteado fue lo que nos llamó la atención. era hermoso mirarle. su nombre científico, Tordus viscivorus significa comedor de muérdago. en SEO Birdlife dicen que su canto se parece al del mirlo común aunque es "algo más rápido, repetitivo y melancólico". no le escuchamos. miraba con atención a su alrededor mientras buscaba comida, tal vez lombrices, en ese breve espacio verde. intentamos hacerle una foto y voló, faltaba más, no le apetecía.