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sábado, 29 de marzo de 2014

en la semana

LUNES 24: Visita al museo del Prado. El asombro es la emoción más fuerte. De entre todo lo que veo, las intervenciones de Miguel Ángel Blanco en su proyecto Historias Naturales son lo que más sorpresa me produce. Son lo inesperado. A partir de un momento, entro en las salas buscando con qué obra, de qué manera ha realizado esta vez el diálogo. Alas, Una laguna de azurita, Bosques negros, Alicornios o Los rayos de Júpiter, me encantan, sonrío, disfruto el juego. Gracias a las intervenciones de Miguel Ángel Blanco todo sabe a nuevo, hay una mirada que recorre la colección que me la muestra nueva, otra, y me devuelve el placer del descubrimiento. ¡Y puedo regresar si quiero! Es posible reencontrarme con el asombro hasta el 27 de abril.
MIÉRCOLES 26: En el CA2M estoy haciendo el curso Pero... ¿esto es arte? Del Prado al CA2M hay un mundo, un cambio de perspectiva total. ¿Cómo mirar? ¿Qué mirar? ¿Cuál es el juego al que me invitan? Patricia Esquivias y su reflexión artística y emocional en torno a la ciudad tiene, sin embargo, puntos de conexión con lo que viví el lunes. La reflexión política está presente: de Las Furias en el Prado  a 111-119 Generalísimo/Castellana la capacidad política de la práctica artística se hace evidente. Pensar nuestro tiempo, pensar nuestro espacio, nuestros lugares, y hacer sabiendo que nada de lo que hagamos carece de significado político.    
JUEVES 27: Día del Teatro. Voy al estreno de A MARTE CABARET. Disfruto con Ángel Ruiz como maestro de ceremonias de un viaje por un mundo marciano. La libertad y la transgresión del cabaret como género siempre me fascinan. En el cabaret se ve lo que habitualmente se oculta, lo que se considera feo o raro o incorrecto. ¡Viva la incorrección que nos libera! dice el género, y dice Ángel en su monólogo final. Pues eso, ¡que viva!
VIERNES 28: en la sala Pradillo, y dentro de Teatralia, Estamira, beira do mundo. Un trabajo excepcional: emocionante, catártico, hermoso. Dani Barros, la actriz, y Beatriz Sayad, la directora, nos conducen en un viaje poético e intenso hasta un vertedero, donde conocemos a Estamira. Y conocerla no te deja indemne. Un bellísimo espectáculo de teatro, vivo, poderoso, al que tuve la suerte de asistir. El resto del público, adolescentes, jóvenes de instituto (he ido al teatro temprano, a las 10:30 de la mañana, en Campaña Escolar) respira la obra y acompaña a Estamira, fascinado y entregado. Un regalo.
Este fin de semana, el último de marzo, no podré asistir a dos espectáculos de narración oral que prometen ser estupendos: Marissa Amado el sábado en Libertad,8 y Carolina Rueda el domingo en Sexto derecha. Pero si tú puedes, no deberías perdértelos.

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